Un 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos sufría uno de sus mayores ataques terroristas en la historia, demostrando lo vulnerable que puede ser el país de la libertad.
Todo comenzó la mañana de un martes 11 de septiembre a las 8:46 (hora local) cuando el vuelo 11 de American Airlines se estrellaba en la torre norte del World Trade Center; 17 minutos después se estrellaba el vuelo 175 de American Airlines en la torre sur.
Los otros dos aviones secuestrados, el vuelo 77 de American Airlines se estrella en el Pentágono a las 9:37 y el vuelo 93 de United Airlines se estrella en un campo abierto de Pensilvania a las 10:03 horas; éste último vuelo se cree que estrellaría en el Capitolio o la Casa Blanca.
Durante un día entero se prohibió la circulación en el espacio aéreo del país (tanto nacional como internacional), siendo algo insólito pues nunca en su historia había sucedido algo así.
La torre sur se cae a las 9:59 y la torre norte se cae 29 minutos después, dejando cerac de 3000 personas muertas y miles de heridos y también dejó a la ciudad de Nueva York dañada físicamente y colectivamente. Este ataque marcó un golpe duro para Estados Unidos y sus símbolos de progreso y de poder; además de que provocó una recesión económica global.
Las sospechas de los autores rápidamente cayeron sobre Al Qaeda y Osama Bin Laden como autor intelectual, lo que llevó a Estados Unidos a declararle la guerra a los talibanes y comenzó una invasión militar al país de Afganistán.
La guerra duró cerca de 20 años siendo de las más largas que ha tenido E.E.U.U. en su historia hasta la retirada de las tropas en 2021 dejando el control total del país a los talibanes.
Desde entonces las autoridades talibanas impusieron una interpretación estricta del islam afectando a miles de mujeres pues sus derechos se han eliminado por completo.
