
Ciudad de México.- La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que se necesitan ocho votos para anular una reforma constitucional, por lo que no se invalidaría la reforma judicial, tras postura fijada del ministro Alberto Pérez Dayán.
La medida evita a la presidenta Claudia Sheinbaum tener que elegir entre acatar el fallo que anularía la reforma o ignorarlo y alinearse con los líderes de su partido.
La decisión del Pleno de la Corte de desestimar la propuesta fue unánime. Juan Luis González Alcántara, ministro de la Suprema Corte, había presentado la propuesta para alcanzar un compromiso de última hora en un intento, en su opinión, de preservar cierto grado de independencia judicial y reducir las tensiones políticas.
El ministro Luis María Aguilar agradeció a decenas de ciudadanos que apoyaron afuera de la SCJN la propuesta que echaba abajo la elección de jueces y magistrados, la cual fue desechada.
La verdad que sí estamos tristes, porque podíamos haber conseguido más y yo traté de hacer mi mejor esfuerzo, pero no fue suficiente, lamentó con un altavoz frente al edificio de la Corte, detrás de las vallas con que fue protegido ante cientos de trabajadores del Poder Judicial que acudieron en apoyo de la propuesta.
Compañeros, los quiero muchísimo, son ustedes verdaderamente el alma del Poder Judicial y, por lo tanto, del México democrático e independiente, agregó entre aplausos.
Votación en la SCJN para invalidarla no logró los 8 votos
La reforma judicial quedó firme. El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desestimó ayer las acciones de inconstitucionalidad presentadas por la oposición contra la legislación heredada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, en un ríspido debate de siete horas.
El proyecto de controversia presentado por el ministro Juan Luis González Alcántara, para invalidar la reforma judicial, no alcanzó ayer los votos necesarios y fue desechado, luego de que el ministro Alberto Pérez Dayán afirmó que las acciones promovidas por los partidos son improcedentes, y votó en contra e impidió la última batalla planteada por la oposición y la ministra Norma Piña.
La ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, abrió la sesión recordando que cualquier decisión estaría en los libros de historia del país y será revisada por la sociedad, la comunidad jurídica nacional e internacional y por generaciones futuras.
Cuando se discutía la legitimación de los partidos políticos para presentar acciones de inconstitucionalidad, el ministro Alberto Pérez Dayán rompió con el bloque contra la reforma. Con un block en las manos, leyó lo que podría ser el epitafio de las acciones de inconstitucionalidad y del proyecto de González
Alcántara Carrancá.
Pérez Dayán argumentó que la Constitución no puede ser vista como una ley secundaria en materia electoral, y recordó que en 2016, la Corte ya había establecido, por mayoría de ocho votos, que no es posible admitir acciones de partidos políticos para impugnar reformas a la Constitución, y enfatizó que otros medios de control, como el amparo, sí podrían permitir que se analicen vicios de procedimiento en la aprobación de la reforma.