
Por: Agencia Reforma
Ciudad de México.- En medio de la espiral de violencia que enfrentan diversas entidades del País por disputas entre grupos del crimen organizado, al menos 125 personas internadas en clínicas o anexos para el tratamiento de adicciones han sido asesinadas mediante ataques directos armados a los inmuebles desde 2019.
Los casos, de acuerdo con un conteo de Grupo REFORMA, se han reportado principalmente en Guanajuato, un estilo que impuso el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en esa entidad, donde sostiene una guerra con el Cártel de Santa Rosa de Lima por el control territorial.
El fenómeno se replicó en Sinaloa, donde se han registrado al menos 13 asesinatos desde octubre pasado. Además, más de 40 pacientes han sido levantados y reclutados por el crimen organizado, de acuerdo con fuentes militares.
En Culiacán, células ligadas a “Los Chapitos”, que libran una guerra con “Los Mayitos”, perpetraron el lunes un ataque a la clínica contra adicciones “Shaddai”, un centro que el 14 de marzo pasado fue bien calificado por la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones en cuanto a infraestructura, alimentación, modelo de tratamiento y atención.
Los ataques contra los anexos, observó un mando de seguridad federal, se relacionan a la “traición” de ex integrantes de células criminales que optaron por dejar “el jale” y buscaron rehabilitarse.
Mientras eran reclutados, los sicarios fueron obligados a consumir drogas, principalmente crystal y cocaína, para realizar tareas de asesinato, robos, narcobloqueos y ataques a la autoridad, ejemplificó.
Los ataques también representan una acción contra ese tipo de espacios por el “arrebato” de consumidores al crimen organizado, quienes adquirían hasta cinco dosis al día, de acuerdo con las fuentes.
El centro de rehabilitación “Shaddai” contaba con alrededor de 120 internos, lo que representa una pérdida significativa en las filas de los traficantes de drogas.
"El establecimiento Clínica de Adicciones Shaddai proporcionó evidencia del cumplimiento a los Lineamientos para el Reconocimiento y Ratificación de Establecimientos Residenciales, obteniendo un resultado que refleja su nivel de compromiso en cada uno de los apartados”, anotó la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones.
"La evaluación considera aspectos clave como: infraestructura, servicio de alimentación, organización del establecimiento, recursos humanos, modelo de tratamiento, proceso de atención y satisfacción del usuario.
"El esfuerzo y trabajos que el establecimiento realice en cada uno de estos rubros puede garantizar que opere bajo estándares adecuados para la rehabilitación y recuperación de las personas”, añadió el organismo federal.
El total de internos o pacientes abandonó la clínica, que quedó refagueada por dentro y por fuera.
Los centros de rehabilitación Rehabilítate y Manantial de Vida, localizados sobre la calle Galileo, en Culiacán, también fueron baleados, se indicó.
Apenas en diciembre pasado, una persona murió y al menos 18 resultaron heridas luego de que un comando armado atacó e incendió un centro de rehabilitación de adicciones en Mazatlán.
La célula criminal se llevó 16 internos, aunque las autoridades estatales de seguridad señalaron que su salida fue voluntaria.