
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, anunció la implementación de un toque de queda en parte del centro de la ciudad, como respuesta a las recientes protestas contra las redadas migratorias. La medida entró en vigor este martes a las 20:00 horas y se extenderá hasta las 6:00 horas del miércoles, con posibilidad de prolongarse dependiendo del desarrollo de los acontecimientos.
Durante una conferencia de prensa, Bass informó que habrá excepciones limitadas para quienes residen o trabajan en la zona afectada. La decisión fue tomada tras una serie de manifestaciones que han ido en aumento desde el sábado pasado, y que el lunes derivaron en el saqueo de 29 negocios.
El Departamento de Policía de Los Ángeles reportó 197 arrestos solo este martes, sumando un total de 378 personas detenidas en cuatro días. El jefe policial, Jim McDonnell, describió la situación como una "preocupante escalada" de incidentes violentos y advirtió que quienes incumplan la restricción sin estar contemplados en las excepciones serán arrestados.