Washington.- Miles de personas salieron este sábado a las calles de más de mil 500 ciudades en Estados Unidos para manifestarse contra el presidente Donald Trump, en el marco de un desfile militar organizado en Washington por el aniversario 250 del ejército y el cumpleaños número 79 del mandatario.
Las movilizaciones coincidieron con el asesinato de la congresista demócrata Melissa Hortman y su esposo, así como el ataque armado contra el senador John Hoffman y su esposa en Minnesota. Las autoridades calificaron los hechos como violencia con motivación política. El autor continúa prófugo.
El movimiento convocante, denominado “No Kings Day”, criticó el evento militar por considerarlo una muestra de autoritarismo, de una política centrada en las élites y de militarización institucional. En ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Atlanta y Houston se registraron concentraciones desde el mediodía.
Los manifestantes se congregaron en parques, plazas y avenidas principales para expresar su rechazo a lo que consideran una “deriva autoritaria” en el liderazgo del mandatario.
Las marchas, que coincidieron con el desfile militar conmemorativo del 250 aniversario del Ejército de los Estados Unidos —evento que también marca el cumpleaños del presidente— fueron organizadas por diversos colectivos ciudadanos, activistas y defensores de los derechos civiles. Las pancartas y cánticos portaban mensajes en defensa de la democracia, la igualdad y el respeto a las instituciones.
Ante la magnitud de las concentraciones, las autoridades desplegaron unidades de la Guardia Nacional en varias ciudades del país, especialmente en la capital, Washington D.C., donde se realizó el desfile principal.
Funcionarios locales pidieron calma y respeto durante las manifestaciones, haciendo un llamado a mantener el orden público.
Hasta el momento, las marchas se han desarrollado de manera mayoritariamente pacífica, aunque algunos focos de tensión llevaron a enfrentamientos aislados en determinadas zonas urbanas.
Organizaciones de derechos humanos se mantienen atentas al accionar de las fuerzas del orden, mientras continúan los actos conmemorativos oficiales.
La jornada refleja un momento de alta polarización política en los Estados Unidos y un creciente activismo ciudadano en vísperas de nuevas definiciones en el panorama político nacional.
