
Dolor, rabia, impotencia y llanto, pero sobretodo, el clamor de justicia, fueron los elementos que marcaron el adiós de Rolando Medina de 31 años de edad, joven que fue asesinado de un disparo el pasado lunes, esto de parte de un agente del Grupo de Reacción Torreón (GRT), corporación municipal a cargo del gobierno del alcalde Román Alberto Cepeda.
Por la tarde de este martes casi toda la comunidad de Nuevo Mieleras se reunió en la iglesia del poblado, algunos con lágrimas en los ojos, otros más con rostro de incredulidad, con gritos de coraje al recordar que les arrebataron a uno de los suyos, a un joven que siempre recordarán como alegre, bromista y servicial, cuyo único error fue el de defender lo que consideraba justo en ese momento.
“No tomaba, no fumaba, le ayudaba a todos, cuando uno dice que se van los buenos a veces lo dice en general, pero en el caso de Rolando sí se fue uno de los más buenos, no había algo que no pudiera apoyar, a sus papás siempre los apoyó, a sus hermanos, a sus primos, a todos los vecinos… Estamos que no lo creemos, porque los policías que nos tenían que cuidar lo mataron, se lo llevaron, por eso queremos justicia, por tanta corrupción que hay”, señaló una de las vecinas frente al féretro de Rolando.
En la ceremonia religiosa no faltaba casi nadie en Nuevo Mieleras, pobladores incluso de otras creencias se congregaron dentro o fuera del templo católico, oraron por el eterno descanso del joven y por la justicia en su asesinato, saben que hay un agente detenido, pero también exigen que los responsables políticos y materiales paguen.
Para las cuatro y media de la tarde, el contingente fúnebre salió de Nueva Mieleras y se dirigió al ejido El Águila, ahí los seres queridos de Rolando le brindaron el último adiós, abrazos a la féretro y gritos de “¡justicia, justicia!”, luego puños de tierra y sollozos.

