
Desde el corazón del Congreso del Trabajo, Ana María Ibarra, aspirante a integrar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, alzó la voz en defensa de los derechos laborales y lanzó un mensaje contundente al Poder Judicial: “La Segunda Sala tuvo la oportunidad y decidió no avanzar el derecho laboral”.
La intervención de Ibarra se dio en el marco del Foro Informativo realizado en el salón del Pleno del Consejo Nacional, donde denunció que los criterios recientes de la Corte han frenado los avances que millones de trabajadores necesitan con urgencia.
Frente a líderes sindicales y defensores de derechos laborales, acusó a la administración actual del máximo tribunal de dar la espalda al mandato de la justicia social.
“La Suprema Corte no puede desentenderse del espíritu de la reforma laboral ni mantenerse neutral frente a la desigualdad”, expresó.
Dejó claro que su compromiso es transformar esa realidad: se comprometió a “hacer realidad los postulados de la reforma laboral y homologar criterios para hacer que la defensa sea más rápida”.
Ibarra insistió en que los tribunales no pueden seguir respondiendo con tecnicismos ante demandas legítimas. “Las y los trabajadores enfrentan barreras estructurales todos los días. Si el derecho no sirve para derribarlas, se vuelve parte del problema”, afirmó.
Aprovechó el espacio para reiterar su propuesta de una justicia con equidad, eje central de su visión judicial. Explicó que la igualdad ante la ley no es suficiente cuando hay condiciones de desventaja que se ignoran: mujeres, personas indígenas, jóvenes sin contrato, trabajadoras del hogar.
“La justicia que propongo reconoce esas realidades y actúa para transformarlas”, dijo.
Para Ibarra, el papel de la Corte debe ser el de una institución aliada del cambio social, no una barrera.
“La justicia debe salir del papel, dejar de ser abstracta y responder a la realidad concreta del país. Sólo así puede recuperar la confianza del pueblo trabajador”.