
Ciudad de México.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó el primer caso que etiqueta la operación de Huachicol Fiscal como una acción de “apoyo material para una organización terrorista”.
Una familia de Utah -los Jensen- fue arrestada e inculpada por cargos federales relacionados con una operación de contrabando de crudo mexicano a gran escala.
James Lael Jensen y su esposa, Kelly Anne Jensen, fueron detenidos el 23 de abril, acusados de conspirar con grupos criminales en México para traficar casi 2,900 cargamentos de petróleo robado a Estados Unidos.
El crudo era etiquetado falsamente como “aceite residual” para eludir regulaciones de importación en Estados Unidos, y las ganancias eran blanqueadas a través de bancos estadounidenses.
El caso vincula directamente a la familia con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), designado como Organización Terrorista Extranjera por Estados Unidos el 20 de febrero de 2025.
¿Por qué importa?
Es uno de los casos más relevantes que vincula directamente a una empresa familiar estadounidense con la red logística y financiera de un cártel mexicano.
El Departamento de Justicia acusa a los Jensen de lavar al menos 47 millones de dólares y de brindar apoyo material a una organización terrorista designada.
De ser hallados culpables, los acusados enfrentan hasta 20 años de prisión y la incautación de aproximadamente 300 millones de dólares en activos, una de las mayores confiscaciones del Departamento de Justicia en casos relacionados con el contrabando de petróleo.
Detalles: La operación de contrabando habría comenzado en mayo de 2022, mediante tres empresas estadounidenses dirigidas por Kelly Anne y Zachary Jensen.
Estas compañías adquirieron crudo a proveedores que operaban con la autorización expresa de organizaciones criminales mexicanas, según la acusación federal.
Se utilizaron facturas falsas para trasladar el crudo a través de la frontera, ocultando su verdadero origen.
Las ganancias se depositaron en cuentas de @WellsFargo y @BankofAmerica vinculadas a empresas de los Jensen, y posteriormente fueron transferidas a intermediarios ligados a los cárteles mexicanos.
Los arrestos y la intervención de la familia Jensen de sus empresas y de sus cuentas bancarias se dieron el mismo miércoles en que fue reportada la desaparición de un empresario regiomontano, relacionado con el transporte de productos petrolíferos. El personaje y su chofer habrían sido hallados 24 horas después en su auto desbarrancados en una carretera de Jalisco.
De acuerdo a los servicios de inteligencia norteamericanos se investigan las potenciales vinculaciones de la familia Jensen, no sólo con prominentes personajes de la política en el gobierno de la Cuarta Transformación, sino con jóvenes huachicoleros fiscales y factureros de cuello blanco que tienen asentadas sus operaciones en el municipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León, y que ya están siendo investigados.
Lo curioso es que, a pesar de las evidentes y reiteradas denuncias del tráfico de huachicol fiscal de Estados Unidos a México, sólo exista el decomiso de un buque y algunas decenas de pipas en Ensenada y Altamira, sin que se hayan dado a conocer detenidos, involucrados ni la confiscación de bienes.
Con las detenciones y los decomisos tanto de buques como el congelamiento de cuentas en Utah y Texas, el gobierno de Estados Unidos está exhibiendo la complicidad y la impunidad que imperan en México.
Contexto:
James y Maxwell Jensen enfrentan cinco cargos federales: tráfico de combustible, lavado de dinero, conspiración para contrabando internacional y apoyo material a organización terrorista.
Una acusación actualizada señala que ambos “conspiraron y acordaron proporcionar apoyo material y recursos, específicamente moneda estadounidense, al CJNG”.
Los acusados serán presentados ante la Corte del Distrito Sur de Texas, en Brownsville, el próximo 29 de mayo.
Por: Código Magenta