
Con la imposición de la ceniza, la comunidad católica inicia el tiempo de Cuaresma, un periodo de reflexión y purificación espiritual.
Al respecto, el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza destacó la importancia de este tiempo para fortalecer la relación con Dios y con los hermanos.
El obispo hizo un llamado a vivir la Cuaresma con sinceridad, a través de las prácticas tradicionales de ayuno, limosna y oración.
Enfatizó la necesidad de purificar la relación con Dios, dejando de lado la soberbia, la vanidad y la ambición de dominar a los demás.
Invitó a la comunidad a reflexionar sobre el verdadero sentido del ayuno, más allá de las prácticas externas, y a centrarse en las actitudes del corazón.
Reconoció que algunas prácticas cuaresmales han disminuido, pero destacó que lo importante es vivir este tiempo con un espíritu de conversión y acercamiento a Dios.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad a no vivir la Cuaresma solo como una tradición folclórica, sino a profundizar en la meditación del Evangelio y el ejemplo de Jesucristo.